jueves, junio 23, 2005

Vivimos agobiados. No tenemos tiempo para nada ni para nadie (ni siquiera para nosotros mismos). Esto no es pesimismo, es la pura realidad. Por más cursos de "cómo organizar tu tiempo" que recibas, hay algo en tu vida que es casi imposible frenar: la inercia.

La inercia está compuesta por todas esas pequeñas, medianas y grandes cosas que tienes que hacer a lo largo del día, la semana, el mes, el año... y que se van acumulando. Y para evitar que la bola de nieve siga creciendo te esfuerzas un poco más o echas un par de horas más o aprovechas l fin de semana para hacerlo, ... Cuando pasa un tiempo, lo normal son ese par de horas de más y los fines de semana... y la bola no para de crecer.

En física, el concepto de inercia lleva asociado una fuerza, y como todas las fuerzas, es necesaria otra de igual intensidad, misma dirección y sentido contrario para poder cotrarrestarla. Encontrar una única fuerza de esas caracteríscas en nuestras vidas que permita frenar esa inercia no es habitual (en mi caso, creo que imposible).

Pero no hay que perder la esperanza. Siguiendo con la física, una fuerza puede ser en realidad la resultante de otras fuerzas distintas que actúan en un mismo punto. Así que puedo intentar generar otras "fuerzas" distintas en mi vida que, aún siendo más pequeñas individualmente, crean otra resultante que es capaz de, al menos, reducir esa maldita inercia.

Son esas pequeñas cosas, de las que estamos hartos de oir hablar, que nos permiten evadirnos, descargar, liberarnos o cualquira de los 200 adjetivos más que se han utilizado para calificarlas.

Bueno, pues yo quiero probar si escribir puede ser para mí otra de esas pequeñas fuerzas, una vía de escape durante 5 minutos.

Conozco la existencia de los blogs desde hace bastante tiempo, pero nunca me había animado a utilizarlos. Ha sido gracias a que otros amigos ya lo han hecho y me ha llamado la atención el resultado.

Espero no aburrirte ni aburrirme. ¡¡Nos leemos!!